jueves, 3 de diciembre de 2009

Análisis “La escuela de los chismes” de Sebastián Salazar Bondy

Título

El título no es el nombre de algún personaje o persona, sino más bien de una obra teatral, que sugiere su desarrollo en el ámbito cómico.

Tema / subgénero

Se trata de una comedia, donde los protagonistas son ridiculizados unos a los otros con sus defectos y virtudes, exagerándolas. Pero, principalmente, es un teatro dentro del teatro, a su vez, reflexionando sobre sus roles en una obra teatral y sus demandas.

Locación o locaciones

La obra transcurre en un teatro, un lugar real y posible de visitar.

Estructura de la obra

En el fragmento de esta obra no se mencionan actos o escenas. En el único fragmento, se narra el encuentro entre el Director de la obra y doña Cándida, quien reclama que en la obra se le ridiculizará en un personaje similar a su persona. Esta parte termina con la aceptación de doña Cándida para ver la obra desde los bastidores con el Director, dando paso a “La escuela de los chismes”.

Ritmo

Las acciones ocurren a una velocidad normal. Sin embargo, las reflexiones e ideas de los personajes cambian rápida y bruscamente, por lo que, a veces, se requiere releer algunas partes del fragmento.

Personajes

Son personas reales, entre ambas antológicas, dado que el Director no tiene las características de doña Cándida, como es la vulgaridad del chisme y ser partícipe de ello, además de ser un personaje dramático. El conflicto entre ambos se soluciona cuando el Director convence a doña Cándida de observar la obra y no detenerla, por los bastidores.

Evaluación

Esta pieza teatral aporta la humildad y sencillez del Director como valores humanos y el enriquecimiento de esta tendencia poco vista (teatro dentro del teatro) como valor literario. Su originalidad radica en el simple hecho de utilizar este -relativamente nuevo- subgénero teatral y en la ligera combinación con el drama o la comedia, al ridiculizar a doña Cándida, en este caso.

Análisis "La Adúltera" de José Watanabe

Situación de comunicación

El poema está escrito en primera persona, donde predomina la subjetividad en la simple narración lírica al expresarse, el autor, sobre los personajes principales del poema y cómo se ve involucrada tanto de una manera emocional como en los hechos. Está dirigido a todos nosotros, personas que no aceptan sus defectos antes de ver los de los demás.

Tema

El solo título da a entender que se tratará sobre el adulterio, o sobre la experiencia, memoria y/o sentimientos sobre una persona ligada al adulterio. Ciertamente, las primeras palabras del poema direccionan más a la anécdota de una adúltera, un recuerdo.

Actitud expresiva

El yo lírico recuerda a ese Él quien realiza prodigios increíbles en forma de gratitud y admiración por evitar que la apedrearan. Reflexiona sobre cuánta presencia o influencia debe tener sobre aquellos que ya tenían listo las piedras para lanzárselas, de manera que le respeta. Expresa, además, su preocupación acerca de la mediocridad, ignorancia e hipocresía de sus atacantes.

Finalidad

Su propósito es narrar y, de alguna manera, celebrar aquel hecho trascendente de su vida que le marcó con gratitud y concordancia con las acciones de quien la salvó. Evoca una experiencia vívida de expectación y temor, ahora de una manera tranquila y sorprendida. No desea burlarse de nada, en lo absoluto.

Forma

El poema no tiene forma fija alguna, incluyendo una forma estrófica fija, por lo mismo que es un poema en verso libre. Sin embargo, la manera en que está escrita da la facilidad de una lectura sin dificultad, pausada para un mejor entendimiento y asimilación.

Movimiento

La progresión del tema del poema es lineal, dado que se “narran” los hechos en orden desde su perspectiva; es por ello que su composición no es cíclica. En todo momento, la expresión de su reflexión es relativamente calma y de manera constante; no aumenta en intensidad hasta terminar en un clímax, ni disminuye. Se mantiene calmado. El movimiento crea una asimilación pasiva de lo que se quiere expresar en el lector.

Tono

El tono es sereno y tranquilo, pero apasionado en el sentido de admiración profunda y de gratitud por parte de la adúltera.

Campos semánticos y sus connotaciones

Sustantivos, adjetivos o verbos tales como tumulto, apretando, piedra, empuñada, orden, corro, milagro, prodigios, vilezas, lapidada, etc., están relacionados con el acto de apedrear y un grupo que crea bullicio. Son connotaciones negativas, si es que se le ve con una crítica de violencia.

Recursos estilísticos

Los versos son, en su mayoría, de arte mayor pero no tienen una métrica regular. Esto origina un efecto de desorden en el sonido, dado que los versos son, como se acaba de mencionar, irregulares. Sin embargo, hay algunos versos que tienen una rima asonante. A pesar de ello, sigue siendo un poema de verso libre, lento, calmado y ligero. Los recursos utilizados fueron el epíteto (la limpia precisión) y la elipsis (Obedecieron sin poder oponerse/la orden de la frase: mirarse), lo cual hace posible su insólita rima y orden se leer el poema.

sábado, 31 de octubre de 2009

Era de Consecuencias



“La era de las postergaciones, de las acciones ineficaces, de las medidas paliativas y desconcertantes, de las dilaciones, está llegando a su fin. En su lugar, estamos entrando en un periodo de consecuencias.”

Palabras ciertas dichas por el estadista e historiador británico Winston Churchill en 1936. Churchill hacía referencia a una tormenta sin procedentes cernida sobre Europa continental en la década de los 30, producto de los cambios climáticos ocurridos en la Tierra. Pronunció estas palabras lleno de impaciencia por la ignorancia de los ingleses, quienes se refutaban a creerle. No cabe duda de que, ante ojos sabios, tenía razón si uno se da cuenta de las consecuencias a las que se refería y que trajeron repercusiones a nuestros días.

Entonces, surge una interrogante en mi mente: ¿Por qué el hombre siempre espera a que pase algo terrible como para recién actuar? El mayor problema de la lucha contra el calentamiento global es la falta de apoyo a la misma, por lo que las personas que no toman acción son las mismas que se condenan en el futuro. Uno no toma conciencia ya sea por la conveniencia de vivir sin saber lo negativo y lo desastroso, por la pereza de hacer algo al respecto, o porque simplemente esa información esencial e importante no ha llegado a sus oídos.

La primera razón por la que creo que el hombre es, irrefutablemente, el causante directo de los cambios inadecuados en el ambiente y no se rectifica, es porque, a pesar de saberlo, no tiene un cambio pro-ambiental. En otras palabras, aunque hayan muchas advertencias mediante avisos publicitarios o pruebas existenciales, el hombre no hace mucho porque puede afectarle negativamente, sí, pero a un nivel socio-político. Tomemos por ejemplo el caso del cuidado de árboles en Haití y en República Dominicana: si se observa una imagen panorámica de la frontera entre estas dos naciones, se podrá observar que Haití apenas está poblado por árboles entre sus montañas. En cambio, República Dominicana está formada por montañas verdes sobre-pobladas de árboles frondosos.

¿Conclusión? Teniendo en cuenta que tienen un conjunto de políticas diferentes, la manera en la que tratamos a nuestros ecosistemas es una cuestión política; y defender una actitud pro-ambiental depende de nuestro fuerte social, de la fuerza con la que la impongamos, de la persistencia con la que no se deja abatir por los ignorantes e incrédulos. La conveniencia juega un papel importante en las decisiones personales de una persona.

Segunda razón: siguiendo con la idea de personas que saben sobre el problema, éstas rehúsan hacer algo al respecto porque implicaría que ellos hagan algo por salvar a la Tierra, por un bien en común. Es más fácil no pensar ni creer en la crisis climática porque sino el solo porcentaje de la población creyente demandaría la toma de acciones contra la destrucción del planeta, haciendo que la misma idea pase de persona a persona y tanto la demanda como las medidas crezcan a la efectividad.

Finalmente, está la razón de la ignorancia: no es exactamente la falta de información sobre el calentamiento global y sus efectos lo que la causa, sino la falta de información verídica que ataque a la información falsa, la cual aclama que el problema ambiental no es real, peligroso y que nosotros no somos responsables en ninguna manera. Tuve un caso personal que hace un buen ejemplo a este motivo: descubrí que un tío piurano de parte de padre creía que la situación del calentamiento global no era más que mera ficción. Le pregunté sus razones para decirme aquello: simplemente dijo que todo era invención de los norteamericanos y Hollywood. ¿Cuál es la principal consecuencia de la ignorancia? Errores. Y está en nuestras manos informar a los que no están enterados de lo que sucede con tanta vehemencia y que está por seguro de que no nos traerá buenos resultados.

Para resumirlo, tenemos dos faltas contra nuestra propia humanidad y toda la creación de Dios: Primero, obramos contra su naturaleza y el curso natural de los elementos que la conforman. Segundo, no hacemos nada para remediar estas obras o, aunque sea, suavizar el impacto de la actividad humana. Las razones no son excusa para lo que hemos causado a nuestro planeta, nuestro único hogar, cabe resaltar. Lo más triste es que, aún tengamos todas las pruebas, no tomaremos conciencia verdadera hasta que pase algo que nos afecte directamente a cada uno de nosotros. Y para entonces ya será muy tarde.